Dormir bien no debería ser un lujo, pero para muchas mamás y papás con bebés pequeños, parece casi imposible. El agotamiento acumulado, los despertares constantes y la sensación de no poder descansar nunca se convierten en parte de la rutina… pero no tiene que ser así.
El sueño en los primeros meses de vida es un proceso que varía mucho de un bebé a otro. No existe una fórmula mágica que funcione para todos, pero sí hay principios fundamentales que pueden marcar una gran diferencia.
Es importante saber que los despertares nocturnos son normales durante el primer año, especialmente si el bebé está pasando por brotes de crecimiento, dentición o regresiones del sueño. Sin embargo, también es cierto que hay muchas cosas que como padres podemos hacer para acompañarlos en el proceso y ayudarles a dormir mejor.
Algunos factores que suelen interferir con el descanso del bebé incluyen la sobreestimulación antes de dormir, ambientes poco adecuados para el sueño, rutinas irregulares, y asociaciones de sueño poco saludables. La buena noticia es que todos estos aspectos se pueden trabajar con amor, paciencia y constancia.
También es fundamental cuidar el bienestar emocional del bebé durante el día. Un niño que se siente seguro, contenido y con sus necesidades cubiertas tendrá más facilidad para dormir bien por la noche.
Si estás buscando un camino más tranquilo para ti y tu bebé, hemos preparado una guía práctica con 5 pasos que te ayudarán a estabecer una rutina de sueño para que tu bebé duerma toda la noche.
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