El inicio de la alimentación complementaria es uno de los momentos más emocionantes (y a veces confusos) para los padres. A partir de los 6 meses, la leche materna o fórmula ya no cubre todas las necesidades nutricionales del bebé, y es momento de introducir nuevos alimentos en su dieta.
Pero, ¿cómo saber si tu bebé está listo? Algunos signos incluyen que pueda mantenerse sentado con apoyo, que haya perdido el reflejo de empujar la comida con la lengua y que muestre interés por lo que los adultos están comiendo.
La alimentación complementaria no debe sustituir la leche, sino acompañarla. En esta etapa, lo más importante no es la cantidad, sino que el bebé explore texturas, sabores y comience a desarrollar hábitos saludables.
Es recomendable ofrecer alimentos naturales, sin sal ni azúcar añadida, y siempre respetar el ritmo del bebé. Evita forzarlo a comer, observa sus señales de hambre y saciedad, y disfruta del proceso como un momento para fortalecer el vínculo entre ustedes.
Recuerda que cada bebé es único. Algunos aceptan fácilmente nuevos sabores, mientras que otros pueden necesitar más tiempo. La clave es la paciencia, la constancia y mucho amor.
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