¿Estás agotada porque tu bebé no duerme toda la noche? Alguna vez alguien te ha dicho: “Sólo déjalo llorar y ya aprenderá”. Esta frase, tan común en generaciones anteriores, sigue generando debates intensos entre padres, pediatras y psicólogos. Pero, antes de tomar una decisión tan importante, es fundamental entender lo que implica el famoso método de “dejar llorar”
La verdad sobre dejar llorar al bebé
¿En qué consiste este método?
El método más conocido es el método Ferber, que propone dejar llorar al bebé por intervalos cada vez más largos hasta que se duerma solo. La idea es enseñarle a autorregularse y a dormir sin ayuda externa.
Este método tiene muchas variantes, pero en general incluye dejar al bebé en su cuna despierto, salir de la habitación y regresar en intervalos determinados para consolarlo brevemente sin cargarlo. Con el tiempo, se espera que el bebé aprenda a dormirse solo sin llorar.
Lo que dicen los estudios
La ciencia está dividida. Algunos estudios indican que el método puede funcionar a corto plazo y que los niños eventualmente duermen más horas durante la noche. Sin embargo, otros estudios alertan sobre el impacto emocional y fisiológico del llanto prolongado, sobre todo en los primeros meses de vida.
El llanto excesivo sin respuesta puede elevar los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y alterar la formación de conexiones neuronales relacionadas con la seguridad y la regulación emocional. Algunos expertos consideran que el uso de este método antes de los 6 meses no es recomendable.
Impacto en el apego
El apego seguro se construye en los primeros años de vida a través de la respuesta sensible a las necesidades del bebé. Ignorar sistemáticamente el llanto puede enviar el mensaje de que sus emociones no son válidas o que está solo, afectando su desarrollo emocional a largo plazo.
Alternativas más respetuosas y efectivas
Sueño con apego: Acompañar al bebé en el proceso de dormirse, cargándolo o acariciándolo hasta que logre conciliar el sueño.
Método de “desaparición gradual”: Estar presente y alejarse poco a poco cada noche hasta que el bebé se sienta seguro durmiendo solo.
Rutinas predecibles: Crear una secuencia amorosa antes de dormir (baño, cuento, canción) ayuda a que el bebé se relaje y anticipe el momento de descanso.
Colecho temporal o compartido: Algunas familias optan por compartir cama o tener al bebé cerca para responder rápidamente durante la noche.
Escucha a tu instinto y observa a tu bebé
No hay una sola manera correcta de enseñar a dormir. Cada bebé es único, y cada familia debe encontrar el camino que mejor se adapte a sus necesidades y valores. Si tu instinto te dice que tu bebé necesita consuelo, escúchalo. La conexión emocional es tan importante como el descanso nocturno.
Muchos padres que han intentado el método de dejar llorar relatan haberlo abandonado por sentirse culpables o angustiados. Otros lo defienden como una solución práctica. Lo cierto es que cada experiencia es diferente y lo más importante es mantenerse informados y ser coherentes con nuestras creencias como padres.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si tu bebé presenta dificultades persistentes para dormir o el problema está afectando tu bienestar emocional, no dudes en consultar con un pediatra o un especialista en sueño infantil. A veces una simple orientación puede marcar la diferencia.